miércoles, 26 de noviembre de 2014

ACTIVIDADES

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ACTIVIDAD 1.  Diagnóstico de saberes: Presentación de diapositivas. Cuento Bambi. Los estudiantes  luego de observar la presentación contestaran  las siguientes preguntas en cuadernia:

¿Qué animales aparecen en el cuento?
¿Dónde ocurrió la historia?
¿Qué le enseñaba el papá a Bambi?
¿Cuál era el nombre de la novia de Bambi?

¿Por qué hirieron a Bambi?

ACTIVIDAD 2 .Lectura motivacional:
Los estudiantes leerán el cuento La zorra y las uvas y luego buscaran en la sopa de letras palabras relacionadas con el texto.

ACTIVIDAD 3.  Ejercicio de relacionar imagen con palabras.  

ACTIVIDAD 4. Rompecabezas. A partir de la imagen los estudiantes inventaran el cuento.

ACTIVIDAD 5. Los estudiantes ordenaran los párrafos del cuento El grillito cri-cri y realizaran la lectura del texto.

ACTIVIDAD 6. Producción  de texto a través de imágenes - Pinocho.  Los estudiantes  observaran las imágenes y escribirán un texto sobre cada una y luego leerán el texto completo.

Actividad 7. Presentación de video . Los estudiantes contestaran en Word algunas preguntas sobre el video visto.       

     

jueves, 20 de noviembre de 2014

PINOCHO

LECTURA BAMBI




Érase una vez un bosque donde vivían muchos animales y donde todos eran muy amiguitos. Una mañana un pequeño conejo llamado Tambor fue a despertar al búho para ir a ver un pequeño cervatillo que acababa de nacer. Se reunieron todos los animalitos del bosque y fueron a conocer a Bambi, que así se llamaba el nuevo cervatillo. Todos se hicieron muy amigos de él y le fueron enseñando todo lo que había en el bosque: las flores, los ríos y los nombres de los distintos animales, pues para Bambi todo era desconocido.
Todos los días se juntaban en un claro del bosque para jugar. Una mañana, la mamá de Bambi lo llevó a ver a su padre que era el jefe de la manada de todos los ciervos y el encargado de vigilar y de cuidar de ellos. Cuando estaban los dos dando un paseo, oyeron ladridos de un perro. “¡Corre, corre Bambi! -dijo el padre- ponte a salvo”. “¿Por qué, papi?”, preguntó Bambi. Son los hombres y cada vez que vienen al bosque intentan cazarnos, cortan árboles, por eso cuando los oigas debes de huir y buscar refugio.
Pasaron los días y su padre le fue enseñando todo lo que debía de saber pues el día que él fuera muy mayor, Bambi sería el encargado de cuidar a la manada. Más tarde, Bambi conoció a una pequeña cervatilla que era muy muy guapa llamada Farina y de la que se enamoró enseguida. Un día que estaban jugando las dos oyeron los ladridos de un perro y Bambi pensó: “¡Son los hombres!”, e intentó huir, pero cuando se dio cuenta el perro estaba tan cerca que no le quedó más remedio que enfrentarse a él para defender a Farina. Cuando ésta estuvo a salvo, trató de correr pero se encontró con un precipicio que tuvo que saltar, y al saltar, los cazadores le dispararon y Bambi quedó herido.
Pronto acudió su papá y todos sus amigos y le ayudaron a pasar el río, pues sólo una vez que lo cruzaran estarían a salvo de los hombres, cuando lo lograron le curaron las heridas y se puso bien muy pronto.
Pasado el tiempo, nuestro protagonista había crecido mucho. Ya era un adulto. Fue a ver a sus amigos y les costó trabajo reconocerlo pues había cambiado bastante y tenía unos cuernos preciosos. El búho ya estaba viejecito y Tambor se había casado con una conejita y tenían tres conejitos. Bambi se casó con Farina y tuvieron un pequeño cervatillo al que fueron a conocer todos los animalitos del bosque, igual que pasó cuando él nació. Vivieron todos muy felices y Bambi era ahora el encargado de cuidar de todos ellos, igual que antes lo hizo su papá, que ya era muy mayor para hacerlo.


LA ZORRA Y LAS UVAS

En una mañana de otoño, mientras una zorra descansaba debajo de una plantación de uvas, vio unos hermosos racimos de uvas ya maduras, delante de sus ojos. Deseosa de comer algo refrescante y distinto de lo que estaba acostumbrada, la zorra se levantó, se remangó y se puso manos a la obra para comer las uvas.

Lo que la zorra no sabía es que los racimos de uvas estaban mucho más altos de lo que ella imaginaba. Entonces, buscó un medio para alcanzarlos. Saltó, saltó, pero sus dedos no conseguían ni tocarlos.
Habían muchas uvas, pero la zorra no podía alcanzarlas. Tomó carrera y saltó otra vez, pero el salto quedó corto. Aún así, la zorra no se dio por vencida. Tomó carrera otra vez y volvió a saltar y nada. Las uvas parecían estar cada vez más altas y lejanas.
Cansada por el esfuerzo y sintiéndose imposibilitada de conseguir alcanzar las uvas, la zorra se convenció de que era inútil repetir el intento. Las uvas estaban demasiado altas y la zorra sintió una profunda frustración. Agotada y resignada, la zorra decidió renunciar a las uvas.
Cuando la zorra se disponía a regresar al bosque se dio cuenta de que un pájaro que volaba por allí, había observado toda la escena y se sintió avergonzada. Creyendo que había hecho un papel ridículo para conseguir alcanzar las uvas, la zorra se dirigió al pájaro y le dijo:
- Yo hubiera conseguido alcanzar las uvas si ellas estuvieran maduras. Me equivoqué al principio pensando que estaban maduras pero cuando me di cuenta de que estaban aún verdes, he preferido desistir de alcanzarlas. Las uvas verdes no son un buen alimento para un paladar tan refinado como el mío.
Y fue así que la zorra siguió su camino, intentando convencerse de que no fue por su falta de esfuerzo que ella no había comido aquellas riquísimas uvas. Y sí porque estaban verdes.

Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás padres, estaremos encantados de recibirla.

EL GRILLITO CRI-CRI


Nunca supe dónde vive, nunca en la casa lo vi, pero todos escuchamos al grillito cri-cri-cri.
¿Vivirá en la chimenea debajo de un baldosín; donde canta cuando llueve el grillito cri-cri-cri, donde canta cuando llueve el grillito cri-cri-cri?
¿Vive acaso en la azotea o en un tiesto en un balcón o en las ramas de algún árbol o metido en un cajón?
Nunca supe dónde vive, nunca en la casa lo vi, pero todos escuchamos al grillito cri-cri-cri, pero todos escuchamos al grillito cri-cri-cri.
Dónde puede estar metido que jamás lo pude ver; por más que seguí sus pasos nunca pude dar con él.
Nunca supe dónde vive, nunca en la casa lo vi, pero todos escuchamos al grillito cri-cri-cri, pero todos escuchamos al grillito cri-cri-cri.


EL BURRO ENFERMO


A mi burro, a mi burro le duele la cabeza
y el médico le ha dado una gorrita gruesa,
una gorrita gruesa,
mi burro enfermo está,
mi burro enfermo está.
A mi burro, a mi burro le duelen las orejas
y el médico le ha dado un jarro de cerveza,
un jarro de cerveza,
mi burro enfermo está,
mi burro enfermo está.
A mi burro, a mi burro le duele la garganta
y el médico le ha dado una bufanda blanca,
una bufanda blanca,
mi burro enfermo está,
mi burro enfermo está.
A mi burro, a mi burro le duele el corazón
y el médico le ha dado gotitas de limón,
gotitas de limón,
mi burro enfermo está,
mi burro enfermo está.

A mi burro, a mi burro le duelen las rodillas
y el médico le ha dado un frasco con pastillas,
un frasco con pastillas,
mi burro enfermo está,
mi burro enfermo está.